jueves, 27 de agosto de 2015

Recitales en “directo”

            Muchos dábamos por hecho que el único Lp en directo de Sabicas con que contábamos, era autentico, realmente grabado a pie de escenario (Sabicas in concert, 1971). Pero cuál es mi sorpresa que me pongo a escuchar un Cd publicado en España (Recital de guitarra flamenca, 1993) y me doy cuenta de que algunos toques son los mismos, aunque sin el sonido de los aplausos. 

 Sabicas in concert (1971)
 
Si se presta oído, la manipulación no quedó sólo en la incorporación de los aplausos, sino que incluso se alteró la calidad del sonido, desvirtuándose deliberadamente, dando la sensación de que procedía del escenario, cuando realmente se registró en un estudio.


 
Grabación original

Grabación modificada


Al día de hoy el disco se sigue comercializando como directo, añadiendo además lugar y año del supuesto concierto: Los Ángeles (California), 1958. Cuando en esta edición no hay ni una pista en directo, ni tan siquiera la correspondiente a “El sitio de Zaragoza”, en la que el maestro Sabicas finge estar en un concierto, presentando en inglés la pieza para un ficticio auditorio.






 
El sitio de Zaragoza (Cristobal Oudrid; arreg.: Sabicas)

Alguien podría preguntarse, ¿y un “arreglo” de estas características no se daría también en España? Pues naturalmente que sí. Además, de mano de una casa de discos tan prestigiosa como es la marca Philips. El título del disco: Una noche en el Corral de la Morería, de 1960. 



      Aquí la sofisticación en crear un directo fue mucho más allá que en el caso del disco de Sabicas. No sólo se recurrieron a los aplausos de un inexistente público, sino que además se introdujeron jaleadores, mentando a los artistas intérpretes como si estuvieran frente a ellos. Así pues, por un lado tiraron de archivo discográfico y por otro le incorporaron el ambiente del directo. Aunque conviene advertir que buena parte del disco sí es realmente en vivo, como se advierte en la contraportada del álbum: “Este disco ha sido grabado casi íntegramente en el propio Corral de la Morería”. No obstante, los dos artistas más destacados que llegaron a consolidarse con el tiempo, tales son Fosforito y la Paquera, no grabaron sus correspondientes cantes en directo. Compárese esta interpretación de la Paquera en las dos versiones de sus bulerías, con la guitarra de Juanito Serrano.


 
 Grabación original

 Grabación modificada





domingo, 16 de agosto de 2015

Sabicas y Mario Escudero: La conquista del diapasón en América



Mario Escudero, Paco Peña y Sabicas en Córdoba (1983)

Corría el año 1960. Sabicas y Mario Escudero emprenden a dúo la grabación de tres monumentales obras: Flamenco in HI-FI with Anita Ramos, Flamenco styles on two guitars, ambas esencialmente de contenido flamenco, y The romantic guitars of Sabicas and Escudero (From the Pampas to the Rio Grande), de canciones populares sudamericanas.



Los dos primeros hacía años que los conocía, no así el último. Hace poco que sabía de su existencia y hasta ayer no he tenido acceso a él por vía Youtube. The romantic guitars of Sabicas and Escudero podemos considerarlo un disco pionero por cuanto supuso un punto de arranque hacia otras músicas llevadas a cabo por artistas flamencos. Ni que decir tiene que, años más tarde, Paco de Lucía y Ramón de Algeciras lo tomaron como modelo para sus discos de música sudamericana. Con este trabajo podemos observar que se da un paso gigantesco hacia el desarrollo tonal a través el diapasón, que previamente Sabicas ya había tanteado en trabajos individuales anteriores. Naturalmente, para poder expresar las melodías de los temas del disco, no podían limitarse al tercer traste, que hasta ese momento era lo más recurrente en la guitarra flamenca. Mientras esto ocurría en América, en España la evolución no iba mucho más allá de donde lo había dejado Ramón Montoya, aun teniendo entre nosotros al Niño Ricardo.

Paco de Lucía encontraría en este disco todo un filón para poder evolucionar su toque. Con sus inmejorables trabajos sobre música sudamericana, podemos afirmar que el guitarrista algecireño hizo posiblemente su primera gran revolución en la guitarra. Indudablemente, mediante estas experimentaciones, hubo un antes y un después en su toque.


Como muestra del disco The romantic guitars of Sabicas and Escudero, pondré un toque que ha sido sorprendente para mí, pues anteriormente había escuchado su melodía en un cante por bulerías de Manuel Vallejo (María Dolores), pero desconocía su origen sudamericano. Disfruten de la cueca chilena Corazones partidos de la mano de estos dos monstruos de la sonanta. 


 

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Nota:
La fotografía arriba expuesta procede de la página www.pacopena.com

miércoles, 12 de agosto de 2015

El Niño Genil: Creador del "Garrotín de los caracoles"

Posible retrato de "El Niño Genil"

 
Es muy poco lo que he podido averiguar de su biografía. En el Diccionario Enciclopédico del Flamenco aparece la siguiente entrada: 




Por el mismo diccionario se sabe que alternó en Tánger con Cobitos y que llevó a Juan Hierro en su compañía por los años veinte. Por otro lado, siguiendo la revista Lámpara minera (Agosto de 2011), también sabemos que incorporó en su compañía, a su paso por La Unión, al cantaor minero Eleuterio Andréu, a quien vemos en la fotografía de pie entre los dos hombres que están sentados (suponemos que el Niño Genil podría ser el que está a su derecha, detrás del soldado, por parecer de más edad que los demás y por la posición destacada que ocupa en la imagen). ¿Pudiera ser su hija Adelita la mujer de la foto y el guitarrista uno de sus hijos?




En el cartel de abajo aparece una foto de su hijo El Malagueñito. Este programa corresponde a un espectáculo de tres días en Constantina (Sevilla), en 1927, con la familia al completo (Niño Genil, su hija bailaora Adelita Sánchez y sus hijos Antonio Sánchez “El Malagueñito” y Juanito Sánchez "Carne Membrillo"). Como curiosidad, observamos en el cartel un tal Pedro Hernández "Marchena Chico", lo cual hace pensar sobre la buena fama que ya debió alcanzar Pepe Marchena por aquellos años. Debajo del nombre "Antonio Sánchez NIÑO GENIL" se puede leer, no sin dificultad, "célebre en España por su creación El Garrotín". Entiéndase, no es que inventara el garrotín, sino que creó un estilo personal de ese cante, como trataré de justificar más abajo.



Desde que tengo uso de razón siempre escuché decir que el Niño Genil destacó en el garrotín. Tanto sobresalió como intérprete de este cante, que durante bastante tiempo, a falta de recopilaciones sonoras y documentos que lo desmintieran, se le ha atribuido su creación. Por mi parte, siempre he supuesto que tal vez pudiera ser un intérprete destacado más, como lo fueron, por ejemplo, Fernando "El Herrero" o el Niño de las Marianas. Hoy, sin embargo, me doy cuenta de que su aportación va más lejos, sin menoscabar el mérito de los demás cantaores.






 

Sin duda alguna, estamos ante la versión del garrotín más personal de la que tengamos constancia. Que el cantaor le haya añadido la coletilla "de los Caracoles" (tal vez más modernamente dijéramos "Garrotín por caracoles"), podría justificarse si prestamos atención al arranque del cante, donde ejercita un recorrido tonal semejante al del cante gaditano. Si no, compárese el primer tercio de este garrotín con el comienzo de los caracoles ("Cómo reluce...", por ejemplo). Aquí cabría hablar, como él mismo con toda justicia se lo atribuía, del Garrotín del Niño Genil.

El guitarrista que le acompaña es "El Malagueñito", hijo del cantaor y, según tengo entendido, padrino del bautizo de Fosforito. 



Continuadores del garrotín del Niño Genil





El garrotín del Niño Genil ha sido secundado por distintos intérpretes como variación alternativa al otro estilo más convencional y difundido, aquel que encontramos en el Niño de la Isla, Niña de los Peines, Rafael Romero… Los cantaores que lo han abordado han sido pocos, pero bien avenidos. De entre las grabaciones que he podido rastrear hasta el momento, he añadido a continuación, siguiendo un orden cronológico, una de Jacinto Almadén, Cantes viejos (1960), quien lo introdujo en todos los garrotines que registró; otra del único garrotín que grabó Pepe Marchena, en sus Memorias antológicas (1963), desarrollado de forma muy personal; la de José Menese, en Mi cante a la esperanza (1981) y, finalmente, un garrotín interpretado por Enrique Orozco, Cante flamenco (1993), que es enteramente del Niño Genil, desde que lo empieza hasta que lo acaba.






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Nota aclaratoria: 

La dudosa imagen del Niño Genil puesta arriba sustituye a otra que ha sido descartada. Gracias a la buena observación de mi amigo y paisano Miguel Ángel Jiménez, hemos podido comprobar que la anterior imagen correspondía a Enrique Orozco, a pesar de que la rotulación de la fotografía aludía al grupo del Niño Genil. Esta nueva imagen corresponde a la misma revista de Lámpara minera (Agosto 2011). La posibilidad de que efectivamente se trate del Niño Genil queda sujeta a futuras confirmaciones.