Parece ser que a los primeros cantes de mirabrás registrados
le han caído "la negra" con las revoluciones en que fueron grabados. Tal es el
caso del mirabrás de Chacón (aunque no el de la Niña de Chiclana ni el de Vallejo), y el de
Marchena, aparecido recientemente en su Obra completa en las 78 rpm. Si el de Chacón se escucha
excesivamente revolucionado, al mirabrás de Marchena le ocurre lo contrario: se percibe demasiado lento y se prolonga casi cuatro minutos, duración imposible para los discos de
pizarra, que excepcionalmente llegaban a los tres minutos y medio.
Como hice
con la grabación de Chacón en este blog, he procedido del mismo modo con la
grabación de Marchena. Me he tomado la libertad de alterar sus revoluciones con
el programa Audacity. Para ajustarla a una velocidad que entiendo
podría ser la más aproximada, he tomado como referente el tono de la guitarra
en el mirabrás que interpreta en el cante “Yo soy la castañera”, aunque
median diez años de diferencia entre ambos registros, cuya tonalidad está en Mi, en el tercer traste. Así que le he subido dos tonos, pues en la grabación recién publicada suena con la cejilla al uno. Espero que esta nueva versión se acomode mejor al oído de los "buenos aficionaos", que dijera el maestro de maestros.